miércoles, 6 de febrero de 2019

Tipos de relaciones de pareja ¿cómo es la tuya?


Se acerca el 14 de febrero y muchas personas sienten ansiedad porque están en una mala relación de pareja o porque no tienen pareja.
La verdad es que el día de San Valentín, es un invento; en realidad no significa nada, es un día como cualquier otro y no pasa nada si estás soltero(a), decides ver películas en pijama en tu casa o no recibes una docena de rosas rojas. Por supuesto hay que reconocer que la mayoría de las personas le dan fuerza a esta “celebración” porque la interpretan como un día especial, creen firmemente que es un día en el que todos merecemos recibir detalles, ser amados y tomados en cuenta, si no, se asume como un fracaso. A esto hay que agregarle que hay una creencia generalizada, -no por eso correcta-, de que quien no tiene pareja debe sentirse triste y miserable. Muchas personas creen que es preferible tener una mala relación que no tener pareja... Ese tipo de interpretaciones y significados que le atribuimos a esta celebración (igual que a muchas otras), genera sentimientos incómodos y muchas veces distorsiona la percepción que tenemos de nosotros mismos, de nuestras relaciones y de nuestras vidas.



No tener pareja causa muchos juicios y señalamientos de las personas alrededor, igual que tener un tatuaje, trabajar como independiente, o estudiar artes… ¡vaya! hay que entender que la gente siempre opina sobre cosas que no son de su incumbencia y no debemos dejarnos presionar por sus opiniones, no debemos darles el poder de alterar la manera en que nos sentimos respecto a nosotros(as) mismos(os), nuestras decisiones o nuestra situación.

El punto está en que tengas o no tengas pareja, estés en una relación que te haga sentir alegría, plenitud, soledad, frustración, tristeza o enojo, siempre hay mucho que hacer en cuanto a trabajo personal para transformar lo que no te gusta o para llevar a niveles extraordinarios lo que si te gusta. Solo recuerda que si no te sientes bien en donde estás y como estás, necesitas hacer algo distinto para moverte hacia donde quieres.

Anteriormente hablamos sobre la soltería, los mitos que la rodean y las características que la hacen un estilo de vida muy disfrutable. Hoy, me gustaría compartir contigo 3 Tipos de relaciones afectivas y lo que se necesita hacer para tener una relación sana. Revísalas, obsérvate y si estás en una relación de pareja conflictiva, o donde sufres constantemente, identifica lo que está sucediendo para solucionarlo:


1.   Relaciones Tóxicas



a. Relación Codependiente
Cuando una persona necesita tener una pareja para sobrevivir, siente que sin él/ella se muere o no va a poder seguir viviendo. Lo/la necesita para sentirse bien, para que su vida tenga sentido,  para ser alguien y para tener un valor.
En este caso, la elección de la pareja es poco selectiva, se escoge pareja desde la urgencia, desde la necesidad, desde la enfermedad, desde las carencias emocionales extremas no trabajadas. La soledad –no la soltería- es mala compañera.  Este tipo de relaciones se viven desde la creencia que alguien más es responsable de nuestra felicidad, la vida solo tiene significado a partir de otra persona (soy la esposa de….., soy el novio de…., ME hizo enojar…., ME hace muy feliz…. y aplica también para otro tipo de relaciones afectivas, actividades, sustancias y posesiones como: soy la mamá de…. , soy la hija de….., mi jefe ME hace la vida imposible, si perdiera mi dinero mi vida se acabaría, el alcohol me ayuda a sobrellevar mi situación, etc.), es decir, la persona se anula completamente para depender en personalidad, en humor, desempeño, decisiones, etc. de alguien o algo más.

b. Relación de Confirmación
La pareja busca validarse en el otro, a través de una o varias áreas, tales como: atractivo físico, sexualidad, riqueza, estatus, etc. La persona tiene muchísimas dudas sobre quien es, sobre su identidad, no reconoce su propio valor a menos que la pareja (o alguien más) se lo diga. Necesita que constantemente me digan que es sexy, inteligente, exitoso(a), generoso, indispensable, etc… para podérselo creer. No puede sentirlo ni reconocerlo por sí misma(o). 

c. Idealización de la pareja y de la relación
Es una relación que ha sido planeada por largo tiempo, tratando de llenar todos los sueños, todas las aspiraciones y todas las expectativas relacionadas con la vida en pareja y con la pareja ideal.
Desde pequeños, soñamos con casarnos y formar una familia, así nos han educado (medios, películas, anuncios, escuelas, familias, religiones….), jugamos a planear nuestra boda e idealizamos el evento. Creemos que nuestra boda será el día más importante de nuestra vida y nunca lo cuestionamos, ni si quiera sabemos si es realmente lo que queremos o no; es un condicionamiento que no nos permite evaluar objetivamente si nuestra pareja es la persona indicada para compartir la vida o no, lo único que hay en nuestra mente es conseguir pareja y casarnos a como dé lugar.
Esta idealización del matrimonio, los sueños y fantasías relacionados, toman el lugar de la realidad… creemos que por fin seremos felices teniendo novio(a) o casándonos, creemos que el matrimonio nos cambiará la vida y nos realizaremos como personas, creemos que todas nuestras necesidades serán satisfechas por una misma persona y que esa persona siempre será perfecta y sin fallas. Depositamos todas las posibilidades de nuestra felicidad y crecimiento en la relación y/o en la pareja y conforme el tiempo pasa, caemos en cuenta de que la otra persona o la relación en si, no tienen la capacidad de hacernos sentir felices ni realizados –que es lo que normalmente ocurre porque no es un acto de magia- le echamos la culpa al matrimonio o a la pareja, en lugar de asumir nuestra responsabilidad en el desarrollo de nuestra propia vida.


2.   Relaciones Neutras



a. Relación de Exploración
Estas relaciones requieren cierto nivel de paz interna, madurez y salud emocional. No necesariamente su finalidad es el matrimonio ni “dar el siguiente paso”, suceden en un momento de la vida en que de manera consciente se forma una pareja para auto-conocerse , saber lo que se busca en una pareja, entender más las relaciones de pareja e identificar lo que no queremos en nuestra vida. Juntos, se aprenden diferentes posibilidades y aspectos de la vida y se desarrollan en pareja herramientas de comunicación, apego y desapego que para ambos serán útiles. Ambos respetan la individualidad del otro y no se clavan en la relación, simplemente están juntos para aprender y definir.

b. Relación de Transición
Son relaciones muy útiles para moverse de una etapa a otra, probablemente no sea una relación que perdure, pero se la pasan bien, se aprende y después se sigue adelante con la vida. Este tipo de relación permanece en la clasificación de relación neutra siempre y cuando no haya confusión sobre su dinámica por sentir dolor y necesidad generada por la relación anterior o la etapa de la que se está saliendo.

c. Relación Ocasional
En este tipo de relaciones no hay sentimientos profundos involucrados, simplemente se ven, se disfrutan cuando esto sea posible y si se separan o pasa tiempo sin verse no hay mayor problema… esta dinámica de relación implica necesariamente reservas y límites en la entrega.

d. Relación por Diversión
Son relaciones que desde un principio se sabe van a ser temporales, que tienen fin (como los amores de verano) o que tienen una duración determinada sin que eso genere ningún tipo de angustia; lo que aportan es disfrute intenso, generan placer, ilusión y felicidad sin ataduras y sin expectativas.


3.   Relaciones Sanas



Es necesario aclarar que una relación sana NO sucede por sí sola, ni por intervención divina ni por azares del destino; una relación sana se crea, se construye y se trabaja. Una relación sana es responsabilidad de ambos miembros de la pareja y surge a partir de dos seres sanos que se conocen y se valoran a sí mismos, que viven relajados, sin angustia, sin apegos y sin miedo. Dos personas que buscan compañeros de vida, no complementos de sus carencias, ni curas a sus enfermedades.

a. Relación de Sanación
La relación sirve para sanar a uno o a los dos miembros de la pareja de emociones o algún(as) área(s) de la vida lastimada (s). La relación no carga con las expectativas de llenar los vacíos de ninguno de los dos, pero están conscientes de que ambos serán apoyo para el otro en su proceso de sanación.

b. Relación de Aceptación y Reconocimiento
Ambos miembros de la pareja se aceptan a sí mismos y al otro como son y así se colocan ante la posibilidad de crecer y encontrar significado y trascendencia en la relación y la individualidad de cada uno. Aceptarse y reconocerse no es sinónimo de resignación ante las cosas graves, pero en general se gustan y se admiran y juntos son capaces de llegar a acuerdos respecto a los aspectos sujetos a negociación.

c. Relación Crecimiento y Desarrollo
Hay un profundo respeto por lo que cada quien es y la aceptación de la individualidad está presente, así como el apoyo recíproco para que cada uno encuentre su realización a su estilo, a su propio ritmo y forma. Cada uno vive su propia vida, no están incondicionalmente uno para el otro a cada segundo, no viven para el otro si no CON el otro. Se saben y reconocen como personas libres e independientes que voluntariamente han decidido estar juntos y compartir algunos aspectos de sus vidas.


Como puedes ver, de forma consciente o inconsciente, todos aspiramos a tener Relaciones Sanas. Construir este tipo de relaciones requiere mucho trabajo personal, una deconstrucción profunda, disposición y madurez. La combinación de tus ganas de estar bien y el trabajo Terapéutico son de gran ayuda para conseguirlo. Llámame para trabajar en ti y en tus relaciones afectivas, te sorprenderás con los resultados.



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