Se
acerca el 14 de febrero y muchas personas sienten ansiedad porque están en una
mala relación de pareja o porque no tienen pareja.
La
verdad es que el día de San Valentín, es un invento; en realidad no significa
nada, es un día como cualquier otro y no pasa nada si estás soltero(a), decides ver películas en pijama en tu casa o no recibes una docena de rosas rojas. Por supuesto hay que reconocer que la
mayoría de las personas le dan fuerza a esta “celebración” porque la
interpretan como un día especial, creen firmemente que es un día en el que
todos merecemos recibir detalles, ser amados y tomados en cuenta, si no, se asume
como un fracaso. A esto hay que agregarle que hay una creencia generalizada, -no
por eso correcta-, de que quien no tiene pareja debe sentirse triste y
miserable. Muchas personas creen que es preferible tener una mala relación que no tener pareja... Ese tipo de interpretaciones y significados que le atribuimos a esta
celebración (igual que a muchas otras), genera sentimientos incómodos y muchas
veces distorsiona la percepción que tenemos de nosotros mismos, de nuestras
relaciones y de nuestras vidas.
No
tener pareja causa muchos juicios y señalamientos de las personas alrededor,
igual que tener un tatuaje, trabajar como independiente, o estudiar artes… ¡vaya!
hay que entender que la gente siempre opina sobre cosas que no son de su
incumbencia y no debemos dejarnos presionar por sus opiniones, no debemos
darles el poder de alterar la manera en que nos sentimos respecto a
nosotros(as) mismos(os), nuestras decisiones o nuestra situación.
El
punto está en que tengas o no tengas pareja, estés en una relación que te haga
sentir alegría, plenitud, soledad, frustración, tristeza o enojo, siempre hay
mucho que hacer en cuanto a trabajo personal para transformar lo que no te
gusta o para llevar a niveles extraordinarios lo que si te gusta. Solo recuerda
que si no te sientes bien en donde estás y como estás, necesitas hacer algo
distinto para moverte hacia donde quieres.
Anteriormente
hablamos sobre la soltería, los mitos que la rodean y las características que
la hacen un estilo de vida muy disfrutable. Hoy, me gustaría compartir contigo 3
Tipos de relaciones afectivas y lo que se necesita hacer para tener una
relación sana. Revísalas, obsérvate y si estás en una relación de pareja conflictiva,
o donde sufres constantemente, identifica lo que está sucediendo para
solucionarlo:
1. Relaciones Tóxicas
a.
Relación Codependiente
Cuando una
persona necesita tener una pareja para sobrevivir, siente que sin él/ella se
muere o no va a poder seguir viviendo. Lo/la necesita para sentirse bien, para
que su vida tenga sentido, para ser
alguien y para tener un valor.
En este
caso, la elección de la pareja es poco selectiva, se escoge pareja desde la
urgencia, desde la necesidad, desde la enfermedad, desde las carencias
emocionales extremas no trabajadas. La soledad –no la soltería- es mala
compañera. Este tipo de relaciones se
viven desde la creencia que alguien más es responsable de nuestra felicidad, la
vida solo tiene significado a partir de otra persona (soy la esposa de….., soy
el novio de…., ME hizo enojar…., ME hace muy feliz…. y aplica también para otro
tipo de relaciones afectivas, actividades, sustancias y posesiones como: soy la
mamá de…. , soy la hija de….., mi jefe ME hace la vida imposible, si perdiera
mi dinero mi vida se acabaría, el alcohol me ayuda a sobrellevar mi situación,
etc.), es decir, la persona se anula completamente para depender en
personalidad, en humor, desempeño, decisiones, etc. de alguien o algo más.
b.
Relación de Confirmación
La pareja
busca validarse en el otro, a través de una o varias áreas, tales como:
atractivo físico, sexualidad, riqueza, estatus, etc. La persona tiene muchísimas
dudas sobre quien es, sobre su identidad, no reconoce su propio valor a menos
que la pareja (o alguien más) se lo diga. Necesita que constantemente me digan
que es sexy, inteligente, exitoso(a), generoso, indispensable, etc… para podérselo
creer. No puede sentirlo ni reconocerlo por sí misma(o).
c. Idealización
de la pareja y de la relación
Es una
relación que ha sido planeada por largo tiempo, tratando de llenar todos los
sueños, todas las aspiraciones y todas las expectativas relacionadas con la
vida en pareja y con la pareja ideal.
Desde
pequeños, soñamos con casarnos y formar una familia, así nos han educado
(medios, películas, anuncios, escuelas, familias, religiones….), jugamos a
planear nuestra boda e idealizamos el evento. Creemos que nuestra boda será el
día más importante de nuestra vida y nunca lo cuestionamos, ni si quiera
sabemos si es realmente lo que queremos o no; es un condicionamiento que no nos
permite evaluar objetivamente si nuestra pareja es la persona indicada para
compartir la vida o no, lo único que hay en nuestra mente es conseguir pareja y
casarnos a como dé lugar.
Esta
idealización del matrimonio, los sueños y fantasías relacionados, toman el
lugar de la realidad… creemos que por fin seremos felices teniendo novio(a) o casándonos,
creemos que el matrimonio nos cambiará la vida y nos realizaremos como personas,
creemos que todas nuestras necesidades serán satisfechas por una misma persona
y que esa persona siempre será perfecta y sin fallas. Depositamos todas las
posibilidades de nuestra felicidad y crecimiento en la relación y/o en la
pareja y conforme el tiempo pasa, caemos en cuenta de que la otra persona o la
relación en si, no tienen la capacidad de hacernos sentir felices ni realizados
–que es lo que normalmente ocurre porque no es un acto de magia- le echamos la
culpa al matrimonio o a la pareja, en lugar de asumir nuestra responsabilidad
en el desarrollo de nuestra propia vida.
2. Relaciones Neutras
a.
Relación de Exploración
Estas
relaciones requieren cierto nivel de paz interna, madurez y salud emocional. No
necesariamente su finalidad es el matrimonio ni “dar el siguiente paso”, suceden
en un momento de la vida en que de manera consciente se forma una pareja para auto-conocerse
, saber lo que se busca en una pareja, entender más las relaciones de pareja e
identificar lo que no queremos en nuestra vida. Juntos, se aprenden diferentes
posibilidades y aspectos de la vida y se desarrollan en pareja herramientas de
comunicación, apego y desapego que para ambos serán útiles. Ambos respetan la
individualidad del otro y no se clavan en la relación, simplemente están juntos
para aprender y definir.
b.
Relación de Transición
Son
relaciones muy útiles para moverse de una etapa a otra, probablemente no sea
una relación que perdure, pero se la pasan bien, se aprende y después se sigue
adelante con la vida. Este tipo de relación permanece en la clasificación de
relación neutra siempre y cuando no haya confusión sobre su dinámica por sentir
dolor y necesidad generada por la relación anterior o la etapa de la que se
está saliendo.
c.
Relación Ocasional
En este
tipo de relaciones no hay sentimientos profundos involucrados, simplemente se
ven, se disfrutan cuando esto sea posible y si se separan o pasa tiempo sin
verse no hay mayor problema… esta dinámica de relación implica necesariamente
reservas y límites en la entrega.
d.
Relación por Diversión
Son relaciones que desde un principio se sabe van a
ser temporales, que tienen fin (como los amores de verano) o que tienen una
duración determinada sin que eso genere ningún tipo de angustia; lo que aportan
es disfrute intenso, generan placer, ilusión y felicidad sin ataduras y sin
expectativas.
3. Relaciones Sanas
Es necesario aclarar que una relación sana NO sucede
por sí sola, ni por intervención divina ni por azares del destino; una relación
sana se crea, se construye y se trabaja. Una relación sana es responsabilidad
de ambos miembros de la pareja y surge a partir de dos seres sanos que se
conocen y se valoran a sí mismos, que viven relajados, sin angustia, sin apegos
y sin miedo. Dos personas que buscan compañeros de vida, no complementos de sus
carencias, ni curas a sus enfermedades.
a. Relación
de Sanación
La relación sirve para sanar a uno o a los dos
miembros de la pareja de emociones o algún(as) área(s) de la vida lastimada
(s). La relación no carga con las expectativas de llenar los vacíos de ninguno
de los dos, pero están conscientes de que ambos serán apoyo para el otro en su proceso
de sanación.
b.
Relación de Aceptación y Reconocimiento
Ambos
miembros de la pareja se aceptan a sí mismos y al otro como son y así se
colocan ante la posibilidad de crecer y encontrar significado y trascendencia
en la relación y la individualidad de cada uno. Aceptarse y reconocerse no es
sinónimo de resignación ante las cosas graves, pero en general se gustan y se
admiran y juntos son capaces de llegar a acuerdos respecto a los aspectos
sujetos a negociación.
c.
Relación Crecimiento y Desarrollo
Hay un
profundo respeto por lo que cada quien es y la aceptación de la individualidad
está presente, así como el apoyo recíproco para que cada uno encuentre su
realización a su estilo, a su propio ritmo y forma. Cada uno vive su propia
vida, no están incondicionalmente uno para el otro a cada segundo, no viven
para el otro si no CON el otro. Se saben y reconocen como personas libres e
independientes que voluntariamente han decidido estar juntos y compartir
algunos aspectos de sus vidas.
Como
puedes ver, de forma consciente o inconsciente, todos aspiramos a tener
Relaciones Sanas. Construir este tipo de relaciones requiere mucho trabajo
personal, una deconstrucción profunda, disposición y madurez. La combinación de
tus ganas de estar bien y el trabajo Terapéutico son de gran ayuda para
conseguirlo. Llámame para trabajar en ti y en tus relaciones afectivas, te
sorprenderás con los resultados.
EXTRAORDINARIO SIMPLEMENTE EXTRAORDINARIO
ResponderBorrarSALVADOR FUENTES G.