domingo, 25 de octubre de 2020

Cuando la vida me hizo un favor.

Cuando dije que me iba a divorciar hace 2 años, algunas personas hicieron muchas suposiciones y proyectaron sus propios miedos:

Ay ¡Pobre de ti!", "Pero, ¿Estás segura?", "¿Luchaste lo suficiente?" “¿Hiciste todo lo que pudiste?” “¿Agotaste todas las posibilidades?”


Quienes no me conocen asumieron que fue un evento terrible. Pero la cosa es que mi divorcio no fue tan terrible como mi matrimonio. Cuando el tema de divorciarnos salió a la luz, sentí alivio. Mi desesperación comenzó a diluirse y por fin pude sentir que iba a empezar a vivir.


Sé que no todos lidian con su divorcio como yo. Pero creo que estamos de acuerdo en que sería una lástima seguir casada con alguien que ya no quiere estar casado contigo. Y nadie, nunca debería sentirse obligado a aguantar en un ambiente tóxico, ni intentar y luchar durante años por algo que no tiene solución o dejó de existir.


El divorcio en sí no es algo malo.

Es una solución a un problema.


Mi matrimonio fue un problema. Y mi ex y yo lo resolvimos. Lo resolvimos juntos y tomamos caminos separados.


Nunca dejaré de ser una mujer divorciada, pero estoy orgullosa de ese capítulo de mi vida. Me salvó. Me hizo quien soy.


Estoy divorciada. Sin culpas. Sin arrepentimientos. Siempre voy a agradecer el momento en que la vida me hizo un favor cuando me pidieron el divorcio.

Amparo Bandera

Octubre 2020


#Divorcio #NuevosComienzos #DecidoSerFeliz #Terapia 



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