Mejorar la "calidad de vida" se oye muy bonito y es algo que a todos nos gustaría tener, pero honestamente, no sabemos ni como hacerle. Hoy comparto contigo 20 estrategias específicas y alcanzables para mejorar tu manejo de ansiedad, enfocarte en lo que realmente necesitas, aprovechar tus recursos y por consiguiente, incrementar tu calidad de vida.
1.-Haz
una pausa mínima de 5 a 10 minutos por cada 2 horas de trabajo. Forma el
hábito, pon tu alarma para recordar que tienes que parar. Usa ese tiempo para
percibir lo que te rodea con tus sentidos, para disfrutar algo que te guste,
para reflexionar sobre algo importante para ti, para agradecer, analizar tus
actitudes, o para percibir tu interior.
2.-
Aprende a decir “no” sin sentirte culpable. Acostúmbrate a hacer cosas que te
gusten y que estén en tus manos, no te comprometas a algo que va a complicarte
la vida. Querer agradar y complacer a todo mundo, genera un enorme desgaste
físico y emocional.
3.-
Haz una rutina diaria y apégate a ella (aunque a veces te de flojera), planea
tus días, no olvides considerar espacios de tiempo para imprevistos, para
descansar, para relajarte y divertirte; no todo es trabajo ni exigencia.
4.-
Enfoca tu atención en una tarea a la vez. Si descubres que estás pensando en
otra cosa, te estás distrayendo o dispersando, regresa de forma consciente tu
concentración a la tarea que estás realizando (las veces que sea necesario).
Por más ágiles que sean tus procesos mentales, atender muchas cosas al mismo
tiempo, cansa.
5.-
Deja de pensar que eres indispensable en tu casa y/o en tu trabajo. Las cosas
funcionan estés o no estés. Lo único que realmente
requiere tu atención y cuidado al 100% cada minuto del día, eres tú.
6.-
Deja de sentirte responsable por el bienestar y la comodidad de otros. No es tu
trabajo ni responsabilidad tuya cuidarles las espaldas, salvarles el pellejo, ni
resolverles todo a los demás.
7.-
Pide ayuda cuando la necesites. Asegúrate de recurrir a las personas correctas.
8.-
Separa los problemas reales, de los que te estás imaginando. La mayoría de los
problemas son creaciones de nuestro diálogo interno, son exageraciones o
pensamientos pesimistas. Si logras entrenarte para separar “lo que es” de lo
que “crees que es”, es mucho más sencillo resolver y encontrar soluciones.
9.-
Date un regalo por lo menos una vez al día. Puede ser algo físico, algo comprado, algo que has
aplazado, pero también cosas pequeñas y detalles; el único requisito es que te
produzcan placer: tomar (oler, saborear y disfrutar con calma) tu bebida o tu
comida favorita, leer sobre algo que te guste, ver un capítulo de tu serie
favorita, dar un paseo y disfrutar los alrededores, arreglarte para ti,
escuchar tu música favorita (¡con audífonos es mejor!), un masaje en los pies o en las manos… lo
importante es que de manera consciente sientas placer y gozo, que pongas atención en como reacciona y se siente tu cuerpo. Una hora de inmenso
placer sustituye tres horas de sueño perdido.
10.-
Evita involucrarte, envolverte y apropiarte de ansiedades, problemas y
tensiones ajenas. Recuerda que es posible acompañar a las personas que son
importantes para ti, sin hacer tuyas y sufrir en carne propia sus dificultades.
11.-
Tu familia no eres tú. Son parte de tu mundo, te acompañan, pero no son tu
propia identidad. No pierdas tu individualidad.
12.-Reflexiona,
auto-obsérvate y comprende cuáles son tus creencias, principios, ideas, patrones
y convicciones que pudieran estar bloqueando tu avance, tus acciones, tus
movimientos y tu éxito.
13.-
Elige a una persona de toda tu confianza con quien puedas hablar abiertamente;
alguien que esté dispuesto a apoyarte, a ayudar o solo a escuchar. Puede ser
algún amigo cercano, un terapeuta, un guía o alguien con quien sientas
seguridad y tranquilidad para hablar de lo que te preocupa.
14.-
Conoce la hora acertada y prudente de salir de una reunión, cena o de dejar una
fiesta. Trata de que sea el momento en que las cosas no se hayan salido de
control, una hora en la que aún no te encuentres agobiado o agotado, una hora
en la que todo haya sido disfrutable y divertido, sin conflictos ni riesgos
para ti y sin afectar a otros. Jamás debe ser "hasta morir".
15.-
No te obsesiones con saber si hablaron mal de ti, si te traicionaron o si están
actuando a tus espaldas. Enfócate en los comentarios y acciones positivas de
otros hacia ti, con prudencia, sin soberbia.
16.-
En reuniones, viajes, fiestas o momentos de diversión, evita hablar de trabajo,
de tus problemas o de tu pareja… aprende a divertirte sin que los pensamientos y conversaciones que eliges desvíen tu
atención ni echen a perder los momentos agradables.
17.-
Se flexible, entrénate para fluir ante los imprevistos, los cambios y las
sorpresas. La rigidez no es buena para las personas.
18.-
Reconoce tus habilidades, tus logros, tus avances y celébralos. No existe
alguien a quien todo, todo el tiempo, le salga mal. Se objetivo contigo, no seas
duro con tus decisiones ni creas que necesitas pagar tus errores o castigarte
constantemente por ellos.
19.-
Permítete sentir lo que va surgiendo, hay momentos para estar triste, enojado,
eufórico, animado… negar cualquier sentir evita que fluya y puedas avanzar. No
es malo ofenderte, enorgullecerte, aterrarte, enojarte, paralizarte,
acelerarte, llorar, emocionarte, decepcionarte… lo malo es darle a esas emociones el control de tu vida y
permanecer en ellas más tiempo del necesario.
20.-Entiende
que nadie más es responsable de quien eres y de donde estás más que tú, así que
toma las riendas de tu vida, define a dónde quieres llegar, como quieres estar
y elabora un plan de acción para conseguirlo, nadie más va a hacerlo por ti.
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