Amo profundamente a mi pareja, a mis hijos, a mis padres,
a mis amigos y cada situación de mi vida…. Soy consciente de sus historias, de
sus personalidades, de lo que quieren, pueden y saben dar y de lo que no.
Conozco sus fortalezas y sus debilidades y con todo y todo, elijo cada día
amarles y permanecer. No niego sus defectos, pero he soltado la idea de cambiarles, de exigirles que se
adapten a mí, de que se conviertan en lo que yo quiero que sean… simplemente
amo, con los ojos abiertos. Dejo de quejarme constantemente, dejo de
chantajearles y manipularles para que me den gusto, paro mis berrinches, le
pongo límites a mi egoísmo, dejo de desperdiciar mi energía en transformarles
para que se conviertan en lo que me gustaría (o me serviría).
De la misma manera, me amo a mi con los ojos abiertos, sé
que durante mucho tiempo he tratado de complacer y de ser lo que se esperaba de
mí. Hoy me conozco lo suficiente para aceptar y asumir quien soy, lo que puedo
y lo que no, lo que me gusta y lo que no, mis errores, mis defectos, mis fortalezas y la manera en que brillo. Dejo de aparentar y de hacer como que
soy alguien que no soy para que otros estén en paz. Mi principal compromiso es
conmigo, a mi es a quien tengo que gustarme, yo soy quien vive con las
consecuencias de mis decisiones, soy yo quien podría llevarme al límite hasta
acabar conmigo o cuidarme, considerarme y respetarme. Soy quien decide en mi
vida que aceptar y que rechazar… porque me amo con los ojos abiertos.
Se trata de poder separar lo que ha sucedido, lo que es, los hechos de los sentimientos. ¿Todavía tienes dudas de lo que es amar con los ojos
abiertos? Te dejo algunos ejemplos:
- Se que mi pareja miente, si eso no es razón suficiente para terminar la relación, separo lo que siento de las decisiones de mi pareja, acepto la realidad y amo profundamente.
- Se que mis padres decidieron tener una vida de viajes, reuniones, salidas e invertir en algunos negocios su dinero, que son ellos quienes deciden en que gastar sus ahorros, a que lugares ir, con quienes convivir y me encargo de ser capaz de respetar y no meterme en sus decisiones porque los amo profundamente.
- Se que mi hermano/a eligió a una pareja que no es de mi agrado… evito opinar sobre él/ella, evito atacar o despreciar las decisiones de vida de mi hermano/a, simplemente respeto y no permito que algo con lo que no estoy de acuerdo interfiera con mis afectos.
- Se que mi hijo/a no está en el cuadro de honor, que algunas materias de la escuela se le dificultan, separo mi amor hacia él/ella, de su dificultad en algunas áreas, de mi necesidad de que sea impecable en la escuela y le apoyo en lo que le gusta, en sus habilidades y en lo que le emociona realmente y le amo profundamente.
- Se que la soledad es algo muy valioso para mi… sin pretextos, me doy esos espacios, aún a costa del desagrado de los demás. Reconozco que soy importante, que soy mi prioridad y que no soy responsable de lo que los demás sientan a partir de mi bienestar… no cierro los ojos, acepto, reconozco y decido amarme profundamente.
- Se que mi pareja busca a otras personas y es infiel, si eso no es razón de peso para terminar la relación, le sigo amando, dejo a un lado mis expectativas e ilusiones y acepto sus acciones sin que interfieran en lo que siento por ella/él.
- Se que no estoy en el trabajo / lugar que me gustaría… reconozco que puedo usar el presente para llegar a donde quiero llegar, abrazo mi realidad y tomo decisiones para moverme a donde quiero porque entiendo que estoy donde estoy porque yo me fui llevando hasta este lugar, así que abrazo mi historia, mi vida y amo profundamente cada momento de la misma.
- Se que mis padres, tras divorciarse, pueden rehacer su vida romántica con quien ellos elijan. Hago a un lado mis berrinches y exigencias de hijo/a, soy capaz de separar lo que ellos deciden para SU vida de mi amor de hijo/a y amo profundamente.
- Se que mi mejor amiga/o educa de una manera distinta a la mía a sus hijos/as. Reconozco que tiene derecho a tomar sus propias decisiones, me enfoco en mis propios asuntos y no juzgo a mi amiga/o ni permito que su estilo deteriore nuestra relación, le amo profundamente.
- Se que mi expareja sigue enojado/a por algunas cosas que sucedieron y reacciona cuando está conmigo. Acepto que está enojado/a y me permito amar con los ojos abiertos.
Amar profundamente no quiere decir ponerse de tapete, por
supuesto los acuerdos y límites son necesarios. Es indispensable hacer un
trabajo personal para definir lo que es aceptable y lo que no en nuestras
vidas, hablar y pedir claramente lo que nos viene bien y lo que no, definir lo
que estamos dispuestos a aceptar y lo que no… para aprender a dejar de
necesitar y empezar a amar. Estamos acostumbrados a vivir en la queja, en la
inconformidad, a condicionar nuestro afecto o nuestro respeto (“el respeto se
gana”, “no me merece”, “ya no te voy a querer”), a chantajear … empieza a amar y
a entregar a quien amas sin condiciones, a demostrar tus sentimientos, a no manipular
con ellos. Reconoce tu libertad e independencia, al igual que las de quienes te
rodean y sepáralas de tus sentimientos y afectos. Elige estar con quien deseas
estar sin amenazas, sin obsesionarte con que todo sea como quieres que sea. Si
hay algo que esté en tus manos cambiar, hazlo, si no, suelta la idea de que
todo debe ser perfecto y exactamente como tu quieres. Deja de estar en un estado
permanente de enojo y decepción con las personas que amas, con tu situación y con
lo que tienes o te falta, practica hasta el cansancio para encontrar placer y
satisfacción en lo que hay hoy en tu vida… ámala con los ojos abiertos.
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