miércoles, 18 de octubre de 2017

El amor monógamo

Hombres, mujeres, adolescentes... es necesario que profundicemos en esta reflexión que el día de ayer, publicó Mar en @sororidad.mx:

Ésta es una de las creencias o mitos entorno al amor romántico como se nos ha enseñado desde el patriarcado:

Qué el amor es monógamo. 

Me parece que de todos los mitos, éste puede resultar uno de los más difícil de deconstruír. Cuando se habla de que el amor es libre, de que los celos matan, y que son negativos, es probable que lo podamos deconstruír fácilmente hasta ahí: sí, el amor no debe ser posesivo, no es sano celar, vigilar, controlar al otrx, ni ser celadas, ni vigiladas ni controladas por el otrx. Hasta ahí, nos parece más fácil manejar. Y yo lo comprendo, pasé por esto y me quedé mucho tiempo ahí. Hasta que me di cuenta de que en ese nivel de deconstrucción todavía quedaba más por erradicar: si el amor sano no es posesivo, ¿por qué pretendo ser yo la única quien le guste, la única a quien ame y la única en su vida? Y viceversa (y más importante): ¿Por qué nada más debería amarlo a él, nada más debería gustarme él, nada más debería estar con él? Y me costó entenderlo porque yo era de pactos de fidelidad, super fiel y monógama.
Pero es que no puedo evitar notar que es contradictorio aceptar que el amor sano no debe ser posesivo pero solamente él debería inspirarme amor o deseo; entonces, de alguna manera sigue siendo posesivo sí o sí. Por eso, algunas feministas renunciamos a los pactos de fidelidad y tratamos de no fomentarlos.
El pacto de fidelidad comúnmente lo rompe el hombre. No digo que las mujeres no lo rompamos, pero realmente la educación patriarcal lo que dicta es que la mujer "se guarde" para un hombre, y por el contrario, el hombre "tenga muchas mujeres". Como si fuésemos un objeto, guardado o tomado de entre un montón de cosas. Mientras la pareja, para nosotras, se nos plantea como el ser único donde girar nuestra existencia.



Por esto, sí creo que una mujer esté dispuesta a ser fiel el resto de su vida y que lo logre con más facilidad, no digo que todas, pero sí hay mujer fiel. Hombres, tengo mis reservas, y no por experiencia propia, sino porque su educación social y sexual es distinta. Los habrá, pero no creo que sea lo común porque no es lo inculcado.
Por ello, la infidelidad está más juzgada en mujeres que en hombres. Y de ahí todos esos vídeos difamando a las "malas" mujeres que se atrevieron a hacer lo mismo que se les aplaude a los hombres y si no se les aplaude, al menos se les percibe con normalidad, sin el escarnio social. Un escándalo de la mujer que fue grabada "infraganti" o de la esposa golpeando a la amante, y no recuerdo uno del caso contrario. Habrá, pero no lo recuerdo, por algo no lo recuerdo. Quizás haya más del hombre peleando con el amante de ella pero vaya, ellos pelean a golpes por cualquier cosa, nosotras no, nosotras peleamos por ellos.



Dice Lagarde, que el hombre no está destinado para estar solo, siempre habrá un mujer dispuesta a estar con él.
Y me queda claro cuando no hay equivalente negativo para ellos de lo que implica para nosotras el estigma de la palabra: solterona. Llegada cierta edad ellos se vuelven "solterones" maduros e interesantes, y a vivir la mejor edad, la misma edad en que nosotras "nos quedamos a vestimos santos".
Pero bueno, retomando, la expectativa de que el pacto de fidelidad no se va a romper nunca es altísima; y lamento decirlo, pero eventualmente se va a romper, nos guste o no la idea, hay una alta probabilidad. Me dirán: mi pareja nunca, mi abuelo y mi abuela jamás, pero la realidad es que hay millones de casos en que sí se rompe y esto no lo podemos negar.


Todo lo que lleva de paso el amor romántico, posesivo, celoso, es violencia pero también la ruptura de este pacto lo es. Yo la reconozco como una de las violencias que pasa una mujer en pareja. Y al reconocerla como tal implica que estoy aceptando que debiera no romperse aunque estoy convencida de que el pacto no debería existir. Explico: creo que los únicos que deben decidir cómo llevar su relación son la pareja en cuestión, nadie más pacta con ellxs, quien pacta son ellxs, y quienes lo procuran o lo rompen son ellxs. Los demás, estamos demás.



Ahora, sí creo que el pacto de fidelidad no debería existir porque es un ambiente propicio para la violencia de género, sencillamente porque la educación patriarcal es desigual, no es la misma para ambos géneros o clases biológicas. Tenemos restricciones sexuales que los hombres no crecieron con ellas: debes ser virgen, si tienes muchas parejas sexuales eres una puta, si eres puta nadie te va a tomar en serio, te gusta el sexo porque no te quieres y te falta amor propio, tienes muchas parejas sexuales porque "no te das a respetar", luego te embarazas (sola) y eres una abandonada que anda buscando padre para el hijx " sacándole" dinero al padre irresponsable; y si abortas peor, eres satán. Entonces, mejor cásate bien, de blanco, sé fiel, pura, casta, inmaculada, buena madre y dedicada esposa... Pero él no recibió las mismas indicaciones patriarcales, recibió otras, que incluye: si es una puta no la tomes en serio, cásate con la virgen inmaculada que será la esposa fiel e ideal madre de tus hijxs. Tú puedes tener otras mujeres, pero son las "otras", tu esposa es la principal. Y ahí es cuando el patriarcado nos pone en disputa por un hombre. Él, feliz. Y nosotras peleando un amor romántico, posesivo, caldo de cultivo de violencia: las dos quedamos heridas, lastimadas, ignoradas, y él ahí nomás aprovechando la situación, eligiendo entre dos mujeres, seguramente, ambas maravillosas en condiciones más estables.



El hombre que no cae en esto, es el hombre deconstruído, o que ha crecido en una familia con otro esquema. Los habrá, sí, tu abuelo, tu padre, tu amigo y tu pareja, sí ok, pero no son la norma.

Entonces, nos enseñaron que el amor romántico es monógamo pero para él no tanto, no siempre, con cierto permiso implícito, y para nosotras no, para nosotras es a rajatabla, si no serás la peor mujer que merece toda desgracia. Y ahí nos tienes, tratando de rescatar un matrimonio o una relación que ya no es monógama, peleando por un espacio o un tiempo que ya no es exclusivo para nosotras como se nos había prometido, sin poder dejar la relación, sin tener sexo, sin cariño, soportando otras violencias, deterioradas, aferrándonos a algo que posiblemente ya concluyó, o en el mejor de los casos reparando los estragos que la fractura dejó, reconstruyendo las ruinas de la relación o de una misma y esto, duele.

El amor sano no tiene pacto de fidelidad. ¿Puede haber un amor sano con pacto? Yo creo que sí, siempre y cuando no se rompa sin someter a nadie pero son los mínimos, y sé que a eso le apostamos todas y que a esto nos aferramos. Pero mientras más nos aferremos más duele.
Por eso, sugiero que intentes deconstruirlo, es sugerencia.
Y me parece más fácil hacerlo rompiendo otro mito a la vez: el amor romántico no es para siempre, no es eterno. Y cuando logras apreciar que como llega se va, aprendes, o mejor dicho te enseñas a disfrutar tiempo de calidad más que de cantidad. No significa conformarse, significa no aferrarse, no atarse, aprender a soltar y sobretodo soltar definitivamente cuando es necesario, cuando hay violencia, cuando se deja de ser feliz. Implica también hacernos responsables de nuestras emociones, de nuestro cuidado, de nuestro cuerpo, de nuestra sexualidad, de nuestra reproducción, de nosotras mismas. Rompiendo mitos aprendes a elegir, no sólo a ser elegida, aprendes a respetar y a ser respetada por la libertad que te da estar fuera del esquema tradicional del amor cargadito de expectativas, de exigencias y de violencia. No dependes, no hay apegos y no hay rupturas dolorosas. No hay cabida para la violencia causada por del pacto de monogamia.



Ahora bien, es importante decir que el amor sin pactos no significa llenar vacíos con muchas personas, porque lo mismo resulta llenar el vacío con unx que con varixs. Y no se trata de un rollo moralista, se trata de llenarse una misma, solita primero, en abundancia de sí misma, llenar todos nuestros recovecos con una sana autoestima para poder compartir con quien elijas, en libertad.

Sé de personas que llevan un amor libre, sin pactos, no monogámicos, donde esa libertad ni siquiera los invita a buscar o a encontrarse con nadie más, pero si pasara no habría problema alguno; y son relaciones largas, aunque tienen claro que el amor no es para siempre, y así como se aman hoy, mañana unx de ellxs puede cambiar de parecer, sin la prometida violencia de la separación.
Es un tema difícil de explicar, y obviamente recomiendo a Coral Herrera quien hizo su tesis doctoral sobre el amor romántico.

También, me disculpo por escribir sólo sobre la relación heterosexual, porque éste es otro mito del amor romántico y sinceramente tengo nula capacidad de plantearlo de manera integrada. 
Por ultimo, por fin, ¿verdad? Ya, lo prometo. 😂 Son muchas las creencias que tenemos entorno al amor, y de pronto crees que ya llevas avanzado un buen tramo en tu deconstrucción y zaz, resulta que no del todo o no con él, y te das cuenta de alguna manera se te filtraron tantos años de lecciones bien aprendidas de cómo amar con una falsa libertad. Por eso, la deconstrucción es diaria. Duele pero duele menos que la violencia de género que se cultiva dentro del amor romántico.

Espero que hayan llegado hasta aquí 😂 y me den sus amables opiniones. 

Las amo no románticamente. 
Mar
#ElAmorRománticoMata

No hay comentarios.:

Publicar un comentario