domingo, 14 de junio de 2015

4 Mitos del Amor Romántico


El amor en pareja suele estar idealizado... aceptamos desde pequeños muchas creencias que no corresponden necesariamente a la realidad y que al convertirnos en adolescentes y adultos generan frustración. La mayoría promueven la resignación, la pérdida de la individualidad y generan deudas y culpas que no tienen nada que ver con el amor romántico. Entender que el amor no es lo que nos contaron y modificar estas actitudes que enferman o terminan las relaciones puede no ser tan fácil, pero poner la información sobre la mesa es el primer paso:

1.    El amor todo lo puede, por amor todo es posible.
“Cambiará por amor”
“Los polos opuestos se entienden mejor”
“El amor verdadero lo perdona y lo aguanta todo”
“No hay amor verdadero sin sufrimiento”

Generalmente elegimos mal a nuestra pareja, nos dejamos llevar por el enamoramiento y la atracción física. Las relaciones de pareja se conforman por muchos aspectos, no solo por esa atracción inicial. Es necesario preguntar y averiguar si hay compatibilidad en cosas básicas como la religión, gustos, educación, humor, costumbres familiares y aceptar que si no estamos de acuerdo por lo menos en esos aspectos elementales, a la larga la relación no funcionará y terminaremos responsabilizando al otro por traicionarnos o por haber “cambiado”. Necesitamos elegir con base a las semejanzas en lo fundamental.  Tener visiones del mundo similares, no opuestas.
Si en una relación están en juego cosas importantes y esenciales, probablemente no sea el lugar correcto para estar. Recuerda que no estás obligado a decir SI a todo lo que se te quiere dar.

2.    El verdadero amor es predestinado
“Es mi media naranja”
“Me completa”
“Es mi alma gemela”
“Solo se quiere de verdad una vez”
“El verdadero amor es eterno”
“El sentimiento de amor y enamoramiento pasional son lo mismo”

Las parejas fracasan porque se idealizan las relaciones, se idealiza al amor, se le considera como algo perfecto y en la realidad no es así (lo que genera mucha frustración)... A nadie le falta nada, así que esperar que alguien más nos “complete” genera confusión. Es necesario desapegarse y dejar de querer que alguien compense nuestras carencias, entender que se está con una pareja NO porque se le necesite o nos sea imprescindible, si no porque lo preferimos y elegimos estar con esa persona como una decisión voluntaria. El amor no es una cruz que debe llevarse a cuestas, es posible amar de una manera saludable e inteligente.

3.    El amor requiere entrega absoluta
“Sin ti no soy nada”
“No se puede ser feliz sin pareja”
“El amor implica sacrificar el yo para identificarse con el otro”
“La pareja debe saberlo todo sobre mi, he de renunciar a mi intimidad”

Para que la pareja esté bien, cada uno de sus integrantes debe estar bien. Vivir en pareja no quiere decir abandonarse a uno mismo. Como individuos tenemos derecho a la intimidad, al desarrollo personal, a cultivar amistades, a estrechar lazos familiares, a desarrollarnos profesionalmente, a tener momentos de descanso, a la privacidad, al respeto, a la soledad...
Para identificar si estás metido en una madeja de dependencia, revisa estos indicativos:
-      
  • Hay sufrimiento: aunque hayan placeres momentáneos, se pierde libertad, hay una sensación de estar esclavizado.
  • Se pierde la identidad: se deja de ser lo que somos, lo que nos define.
  • Se siente temor a perder la fuente de seguridad y dejar de disfrutar todo lo demás, solo hay ojos para la pareja.

La solución radica en hablar y retomar la independencia personal basándose en que ninguno posee al otro, en la libertad, la ética y los principios (los cuales no son negociables). Nos han enseñado que una buena persona es la que sacrifica todo por el otro y que hay que querer más a los demás que a uno mismo, pero si los principios básicos de una persona se ven desafiados por su pareja, si en algunas situaciones se requiere humillación, si constantemente hay que buscar el agrado del otro para ver si concede su amor o no, es momento de poner límites: los límites del amor propio y la dignidad. El punto de referencia es el amor por uno mismo, la paz interior y la autonomía (a partir de ahí se ama a los demás).


4.    El amor es posesión y exclusividad
“El amor romántico debe conducir al amor estable”
“Los celos son una muestra de amor. Si no siente celos, no me quiere”
“Si me quiere, no puede sentir atracción por otra persona”
“Es mío / es mía”

Es común (más no es normal) que las parejas exijan tener acceso a cada actividad del día de su pareja, a espiar y controlar llamadas, redes sociales, mensajes privados, etc. con el pretexto de la confianza que se deben tener. Pero esto es una invasión grave. Cuando una pareja empieza a obsesionarse con la posesión de su pareja, quiere controlarla, la chantajea, la vigila celosamente, reacciona y reclama con exageración e invade su intimidad. Creer que estas actitudes de celos son una muestra de afecto nos coloca en una posición sumisa y vulnerable. Si es tu caso, busca ayuda, esto es violencia.


Las relaciones en pareja sanas se basan en acuerdos, sintonía, reciprocidad, correspondencia, cuidados, admiración y en la libertad. Creer que el amor justifica sacrificio, violencia o que no hay más que aguantar, es un error.


Fuentes y lecturas recomendadas:
Psicomold Psicólogos
Diplomado en Sexualidad y Pareja - EDUCRE.
Desapegarse sin anestesia – Walter Riso
Enamorados o esclavizados – Walter Riso



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