La depresión
genera limitaciones en cada área de nuestra vida por lo que debe ser una
prioridad para todos salir de ahí. Nos
entrenamos a nosotros mismos para permanecer en esas emociones destructivas; de
manera agresiva defendemos nuestra depresión o cualquier otra emoción
destructiva cuando alguien trata de ayudarnos y nos esforzamos para dar una
impresión que corresponda al estado de depresión en lugar de mostrar quienes
somos realmente. Somos selectivos en cuanto a lo que ponemos frente a nosotros,
seleccionamos lo que nos recuerda lo mal que estamos y entonces nos mantenemos
ahí la mayor parte del tiempo (la buena noticia es que la misma manera podemos
seleccionar lo que nos llena de energía, nos hace sentir fuertes, felices y
plenos). Limitamos nuestras opciones de manera voluntaria sin siquiera
cuestionarlas. Sin embargo, sabemos (sin dudas) que NO somos depresión.
Tú NO eres depresión, simplemente no lo eres.
Cuando
nos encontramos dando tumbos entre la depresión y la agresividad, lo que
necesitamos es dejar de sufrir y normalmente, para salir de ahí, optamos por
alguna de estas dos opciones:
A)
Hacemos
algo que nos saca temporalmente de esa dinámica (evadir comer, beber, tomar
antidepresivos, usar drogas, ejercicio, adrenalina) sin solucionar realmente el
origen del problema - solo nos da un descanso -.
B)
Elegimos
llevar nuestra vida a un nivel extraordinario, comprometiéndonos al desafío que
representa, entendiendo lo que realmente está pasando y tomando una decisión
poderosa.
Usa
estos pasos para iniciar la transformación (no solo un cambio temporal):
1.
Las
personas tendemos a
generalizar nuestros estados emocionales. Es fácil decir "estoy
deprimido" en lugar de distinguir que estamos sintiendo una mezcla de
enojo, dolor, tristeza y duelo. Si separamos cada emoción es más fácil lidiar
con ellas y resolverlas.
2.
Una vez que
identificamos cada emoción, necesitamos preguntarnos qué es lo que estamos
haciendo respecto a esas emociones que estamos sintiendo… La manera de
manejarlas eficientemente es distinguirlas, tomar acción y darles un
significado diferente que nos ayude a avanzar.
3.
Entiende
tu mundo (tus patrones del cuerpo –como agachas la cabeza, te encojes de
hombros, te escurres en la silla…-, enfoque –en que tienes puestas tu energía y
atención- y lenguaje que estás usando para crear la experiencia de tu depresión
o emociones destructivas) y reconoce que estás defendiendo a capa y espada tu
derecho a sentirte así. La honestidad puede cambiar lo que sea.
4.
Rompe
los patrones usando el buen humor, los retos y un lenguaje distinto, rompe tus
paradigmas. Querer controlar la depresión es casi imposible, pero lo que sí
está en nuestras manos controlar es: nuestro cuerpo, sus movimientos y
posturas, los temas en los que nos enfocamos y el lenguaje que usamos. No se
trata de usar "pensamientos positivos". Se trata de comprender lo que
estamos haciendo para tener (y conservar) las emociones destructivas que estamos sintiendo, de
entender lo que nos repetimos una y otra vez a nosotros mismos para sentirnos
deprimidos, identificar hasta el tono de voz que estamos usando para atacarnos,
sabotearnos y repetirnos las razones que tenemos para sentirnos así y entonces
hacer modificaciones y tomar pequeñas acciones para alcanzar plenitud y
felicidad en todas nuestras relaciones.
5.
Fortalécete:
encuentra lo que realmente deseas, lo que anhelas, define qué quieres tener y
quien quieres ser y dónde quieres estar para que te comprometas completamente a
la transformación que buscas.
6.
Redefine
tu problema: identifica las emociones que al mezclarse parecieran una depresión
a largo plazo y que de manera separada tienen solución a corto plazo. Sin un
problema tan grande como la depresión en tu camino, la transformación es
alcanzable.
7.
Ábrete
a las posibilidades. Igual que el enojo, la tristeza y el dolor están a tu
alcance, también lo están la alegría, el impulso y la felicidad. Al modificar
lo que nos repetimos constantemente para deprimirnos, movernos de un estado
emocional a otro toma un segundo... es cuestión de ELECCIÓN. Elige enfocarte en
experiencias o eventos que te hagan sentir éxtasis (cosas que te saquen una
sonrisa de oreja a oreja). Lleva toda tu atención a ese momento, respira como
respirabas en ese momento, piensa lo que pensabas ahí, escucha lo que
escuchabas ahí, ve lo que estabas viendo. Siente realmente lo que sentías ahí
(no me digas que ya sabes lo que sentías, pero no logras sentirlo de nuevo…. Solo
SIÉNTELO).
8.
Condiciónate
a nuevos comportamientos. De la misma manera en que te has condicionado a vivir
en depresión, puedes condicionarte a elegir de manera consciente una vida
mejor.
9.
Relaciona
esta transformación con metas extraordinarias, lleva tus aspiraciones a otro
nivel. Elige dejar de hacerte esto a ti mismo y a los que te rodean, elige
dejar de ser depresión y empezar a ser tú mismo. Elige crecer, ser más, llegar
a mucho más.
10. Deshaste de tus miedos: deja de
creer que si fallas en algo no serás suficiente o no serás amado, ya que
precisamente estos miedos son los que provocan que fallemos al tomar acción en
nuestras vidas.
11. Deja de hablar de tu depresión
con personas que viven algo similar. Reforzar las emociones destructivas y
conectarse con otras personas que le echan más leña al fuego solamente genera
algo en común entre el grupo: sentirse miserables, en grupo, pero miserables.
12. Identifica las necesidades que
estabas cubriendo cada vez que te deprimías (amor, atención, apapachos,
empatía, conexión con otros, importarles a otros, no tomar decisiones,
responsabilizar a otros por lo que sale mal, reconocimiento….). Acepta que con
la depresión, esas necesidades solo se cubren temporalmente, pero te seguirán
llevando al enojo, a la agresión y a la frustración (que son otra manera de
sufrir), de ninguna manera te llevarán a resultados duraderos ni a una plenitud
a largo plazo
Todos
enfrentamos problemas a diario, pregúntate:
¿Cuál es el costo que estoy
pagando y que están pagando los que me rodean por esta depresión?
¿Conservar y mantenerme en la
depresión me ayuda a avanzar?
¿La depresión me ayuda y ayuda
a otros a ganar realmente o nos está quitando?
¿Estas emociones son
constructivas o destructivas?
¿Si esta depresión despareciera,
qué estaría (yo) en posibilidad de hacer,
ganar y conseguir?
¿Qué estoy dispuesto a hacer
para salir de esta depresión? -Haz un plan de acción-.
Si me veo cometiendo los mismos
errores que me llevan a la depresión, ¿qué puedo hacer para interrumpir ese
desvío y seguir apegado a mi plan de acción?
¿Qué puedo hacer con mi cuerpo,
mi enfoque y mi lenguaje?
La depresión es un problema
conocido y “seguro” que evita que atendamos los problemas reales en nuestra
vida. Eres capaz de ponerle un alto a tu depresión y establecer estándares
emocionales mucho más elevados en tu vida.
Tu depresión no tiene nada que
ver con tu pasado, sino con dónde quieres estar sin perder tu esencia para
conseguirlo. La verdadera felicidad llega cuando te conectas con quien eres y
eso no es compatible con ningún mecanismo de defensa, así que deja de
resistirte a recibir ayuda y a hacer algo por ti.
Si estás interesado en tomar terapia presencial en la Ciudad de Puebla o a distancia vía Skype, escríbeme a terapia@amparobandera.com
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