miércoles, 29 de diciembre de 2021

Autoestima y amor propio

 No nacemos odiando a nuestro cuerpo ni en guerra con nosotros mismos, eso es algo que nos enseñan a hacer y que nosotros aprendemos sin darnos cuenta… esas opiniones y heridas de otros, se convierten en nuestra propia voz y en la opinión de nosotros mismos (hasta que hacemos consciencia y decidimos cambiarlo).


¿En tus experiencias pasadas ha habido alguna situación, relación o persona que con sus palabras te haya hecho creer que hay algo mal contigo, que no eres suficiente, que eres feo, tonto o que tienes que cambiar algo de ti para que te amen o te vaya bien?

Tener una imagen errónea de ti mismo te separa de tu esencia y tu potencial. Esa información equivocada distorsiona tu autoconcepto, baja tu autoestima y bloquea tu capacidad de amarte.

La autoestima es la visión que tenemos de nosotros mismos, la valoración de nuestras capacidades, como nos tratamos a nosotros mismos, es confiar en nuestras cualidades y amarnos con todo lo que eso implica... no es creernos mucho; es saber quienes somos y de lo que somos capaces, así como nuestros límites.

La autoestima es fundamental para sentirnos bien con nosotros mismos. Nos da seguridad y confianza para enfrentar las situaciones que se presentan en nuestra vida. No es un tema solamente de aspecto físico, de sentir orgullo de la forma en la que nos vemos y abrazar el cuerpo que tenemos; las personas estamos conformadas además por otros aspectos en donde también se requiere valorar de forma adecuada lo que hay, es decir aceptar y amar lo que se ve, pero también lo que no se ve: los talentos, los gustos, las ideas, la gentileza, la generosidad, la simpatía, el interés por los demás, etc. Somos un conjunto de características que se combinan de una forma única y valiosa.



Una baja autoestima se manifiesta en inseguridad. Si no nos sentimos suficiente o valiosos, si sentimos que no merecemos que nos pasen cosas buenas, entonces permitimos que otros rebasen los límites del trato digno con nosotros o permitimos conductas que dañan (como la sumisión, el abuso, faltas de respeto, hacernos a un lado, apagarnos, nos volvemos codependientes, permitimos que nos controlen o humillen…)


El amor propio es un tema en el que debemos poner atención. La falta de autoestima y amor por nosotros mismos se ve y se vive todos los días ya que estamos expuestos a mensajes que ponen en jaque nuestra imagen corporal, la forma en la que nos vemos a nosotros mismos, como nos hablamos, como nos tratamos, nuestro acceso a la felicidad, al bienestar y al éxito… esto afecta en consecuencia la forma en que nos movemos y relacionamos con el mundo.

Si alguna vez has sentido que no puedes amarte, que no te caes bien, no encuentras algo valioso en ti, ni te inspiras respeto, es porque no te has podido conocer realmente y aún no has dimensionado quién eres en verdad. Cuando logras conocerte sin juzgarte, sin ideas ni condicionamientos que nublen tu visión, entonces contactarás con tu verdadero yo (no con el que has creído que eres), te dejarás sorprender, identificarás lo bueno, la belleza y la fuerza que hay en ti, asumirás los aspectos débiles y las cosas que te gustaría cambiar para definir cuando y de que forma trabajarás en ellos y entonces podrás usar tu potencial a tu favor.

Revisemos algunas cosas que pueden inspirarte para arrancar:

1.      Elige el camino de amor propio en lugar de elegir el camino de constante frustración, de rechazarte y querer cambiar todo de ti. Tienes que estar para ti en todos los sentidos, cuestionar, averiguar, replantear y crecer… pero no odiarte y castigarte.

2.      Respeta quien eres, lo que quieres, tus sueños, tus límites y tus prioridades.

3.      Libérate de todo lo que la sociedad te dijo que eras o debes ser, pero en realidad no tiene nada que ver contigo (mensajes culturales, etiquetas, comparaciones…)

4.      Haz consciencia de lo que sientes, de tus emociones, de las ideas, pensamientos y palabras con los que alimentas tu cabeza

5.      Amarte y aceptarte a ti mismo es una DECISIÓN que se presenta ante ti de diferentes maneras… hay días en los que esa decisión es fácil de tomar, días en los que aunque ya hayas hecho las paces con algún tema, otras partes siguen costando trabajo. Amarte no es solo sonreír, halagarte, abrazarte, querer todo de ti, echarte porras todos los días…. Es detectar y saber poner pausa a esos diálogos agresivos y crueles contigo, es detener esos pensamientos que te alejan del amor propio ¿les vas a dar lugar o no? ¿vas a permitirte pensamientos que te nutran o que te destruyan? Salte del papel de víctima, sé que pasan cosas horribles, pero el control lo tienes tu, las decisiones las tomas tú.

6.      Reconoce tus logros: los pequeños, los medianos y los gigantes… celébralos todos, cada día, celébrate a cada momento. Amarse a uno mismo es un trabajo de todos los días, lleno de subidas y bajadas, en el que vas a encontrar retos diferentes y algunos repetidos… Ese camino es de gran aprendizaje y enriquece enormemente, así que disfruta todo lo que vayas aprendiendo y descubriendo en consciencia.

7.      Si te culpas en exceso, trabaja para dimensionar adecuadamente las situaciones y no responsabilizarte de todo.

8.      No te compares: La sociedad nos exige perfección y eficiencia en todo y eso nos sube en el tren de la comparación y la exigencia inhumana… ponemos la mirada en las aparentemente vidas perfectas de los demás, nos comparamos con ellos todo el tiempo, competimos con ellos y lo peor: le entramos a competir constantemente con nosotros mismos, exigiéndonos siempre superar los resultados del día anterior y entonces llegamos a un punto en donde nunca va a ser suficiente. No te compares, nadie tiene todo resuelto creeme y eso está bien, estamos en el camino de aprender y ser mejores personas, no perfectas.


9.      Se paciente contigo. Aprender a aceptarnos y amarnos es un proceso largo y de cada día, las personas estamos hechas de procesos, somos procesos desde que nacemos hasta que nos morimos… estamos permanentemente transformándonos.

10.  El camino del amor propio es totalmente personal, cada quien necesita cosas diferentes, ninguno está bien ni mal, se construye a partir de la historia de cada quien, de las necesidades, los deseos, aprendizajes y lo que cada uno quiere lograr y le viene bien.

11.  No tengas miedo a trabajar en tu autoestima: amarte y aceptarte no significa renunciar a lo que quieres, ni dejar de hacer lo que te apasiona o verte como te gusta.

12.  Ve a Terapia.

13.  Haz un detox en tus redes sociales, en los medios e información que revisas constantemente: ¿a quienes sigues? ¿te inspiran y te dan paz, te dan energía positiva o te intranquilizan y te hacen sentir enojado, triste o decepcionado de ti y de quien eres? Considera que todo lo que ves en redes es una pequeñísima parte de lo que hay en realidad en las vidas de esas personas, todo está editado y solo muestran lo que quieren mostrar…. Toma el control y desintoxícate de tus redes. Elige de forma inteligente a quienes seguir y a quienes dejar de seguir, quita a quienes te generan ansiedad aunque les admires…. No es posible convertirte en esas personas, así que dile adiós a la frustración y deja de seguirles.



14.  Conócete y define una rutina de amor propio, cosas con las que puedas tener contacto, recurrir a ellas, decirte a ti justo en esos días pesados. Ten claro el tipo de actividad, las formas y estilos que te ayudan a volver a conectar con tu elección de amarte.

15.  Prueba con estas preguntas para ir conociéndote más y trabajar en tu amor propio. Úsalas para extender y profundizar la reflexión a partir de cada una de ellas:

¿Qué te gusta?

¿Qué quieres?

¿Quién eres?

¿Cuánto te estimas, cuánto te valoras?

¿Te respetas?

¿Sientes que eres valioso?

¿Qué cosas te emocionan? ¿cuáles te indignan?

¿Qué cosas no son negociables para ti?

¿Cómo te hablas a ti mismo?

¿Eres cruel contigo? ¿te insultas, te anulas, te castigas?

¿Te criticas constantemente?

¿Cuál es tu diálogo interno respecto tu cuerpo, tu apariencia, tu forma de ser, las decisiones que tomas, tu estilo de vida, tus cualidades, tus capacidades, tus defectos?



¿Te tratas bien?

¿Fomentas la confianza en ti mismo o siempre te hablas de lo mal que haces todo y de como es muy probable que te equivoques?

¿Estás poniendo toda tu atención en un solo aspecto de ti o estás pudiendo ver y tomar en cuenta el conjunto de todo lo que eres?

¿Te cuidas?

¿Te dedicas tiempo exclusivamente a ti?

¿Te valoras?

¿Te consideras una persona respetable?

¿Sabes poner límites a los demás? ¿sabes ponerte límites a ti mismo? ¿eres asertivo? ¿pones límites de forma amable y respetuosa?

¿Entregas el control de tu felicidad a otras personas, a lo externo?

¿De qué van tus conversaciones? ¿a que temas les das espacio en tus reuniones y en tus pensamientos? ¿hablas de chismes y de la vida de los demás? ¿criticas constantemente a otros y te “acabas” a quien se te ponga enfrente? ¿estás pendiente de sus romances, ropa, viajes, publicaciones, etc?

¿Te quejas todo el tiempo de los demás, de las situaciones y de tu vida?¿tus temas de conversación son amables o de queja? Quejarse y emitir juicios hace sentir mal sobre lo que nos pasa, agota, nos quita energía

¿Envidias y sientes coraje por la vida, la suerte, el dinero, el cuerpo, la pareja, la situación… de otras personas?






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