lunes, 27 de mayo de 2019

¿Por qué da tanto miedo envejecer?

Es común escuchar a las personas quejándose por los achaques de la edad y expresar su miedo a envejecer; esto no es raro ya que vivimos en una sociedad que idolatra la juventud: todo lo que nos rodea está orientado de forma exagerada a verse y sentirse joven. Nos venden ideas como que solo los jóvenes se divierten, solo ellos pueden resolver los problemas, solo ellos son libres, sienten, tienen orgasmos o se la pasan bien… así que todo mundo desea ser joven y por consecuencia dejar de serlo o de verse así, representa una tragedia.


El envejecimiento además, está rodeado de mitos, de ideas y conceptos que nos confunden y nos llevan a crear una falsa imagen de lo que significa envejecer, son generalizaciones simplistas e ideas preconcebidas que se van pasando de generación en generación, a través de medios de comunicación y redes sociales. Es común que nos muestren imágenes de personas viejas solas, amargadas, tristes,  gruñonas, a quienes se les llama “decrépitos” para difundir un concepto distorsionado sobre la adultez mayor. Estos estereotipos demeritan, pero acabamos por creerlos como si fueran verdad. “Los viejos solo están esperando la muerte, huelen feo, son pobres, siempre están tristes, se enojan por todo, no tienen amigos,  no entienden, no producen, solo estorban, no saben, no pueden tener novio(a)/enamorarse/casarse/tener vida sexual, sufren de demencia, son inútiles”… en menos palabras: es vergonzoso ser viejo. Por alguna razón NO nos atrevemos a cuestionar esos mitos ni esa perspectiva inculcada sobre sobre las personas viejas, pero te aseguro que NADA de eso es obligatorio en la vejez.

Por supuesto envejecer no es fácil, el paso del tiempo se nota en el cuerpo, en muchos casos, la situación económica no es la ideal, además existe discriminación y muchas veces, quienes les rodean abusan, les roban sus propiedades o les quitan su dinero, les aíslan o les rechazan, pero no tiene por qué ser así en todos los casos, sobre todo si tomamos el asunto en nuestras manos y hacemos lo pertinente para prevenir.
La vida en la vejez, es un proceso distinto al que habíamos vivido con anterioridad, hay cambios fuertes, es una nueva dinámica de vida, es un territorio que hasta el momento no habíamos caminado y hay que prepararse.

¿Cómo me preparo para la vejez?:

·          Acepta tu envejecimiento. Aprende a mirarte de manera diferente, busca, sigue y ten contacto con referentes dignos de envejecimiento. Siente orgullo de tu vida para entrar en la adultez mayor con la cabeza en alto; considera la experiencia, la sabiduría, tus éxitos y aprendizajes. Dale un significado diferente a lo que has perdido y aprecia lo que has ganado. Sufrir no sirve de nada. Reconoce tus talentos y potenciales, se más selectivo con tus relaciones sociales y amorosas. Encuéntrate a ti mismo.



·          Cuestiona cualquier afirmación que denigre la condición de los adultos mayores, deja de creerlas como única verdad, cuestiona todo lo que has aprendido sobre la vejez… busca información, pregunta e investiga. Tenemos que cambiar esta imagen derrotista y destructiva de esta etapa de la vida. Analiza de donde surge el miedo que tienes de que tu cuerpo y tu mente envejezcan para lograr resignificar el avance de la edad. Aprende a mirar tu propio envejecimiento con ojos generosos, asegúrate de contar con información confiable para procurarte un envejecimiento activo y saludable.
·          No temas al cambio. Al llegar a la vejez  ya hemos vivido muchísimos cambios, envejecer no es el primero que enfrentamos. Hemos sorteado dificultades y resuelto las situaciones más variadas… cuando enfrentamos algún cambio, todo se mueve, algunas cosas se desajustan y hay que adaptarse a todo lo diferente que se nos presenta. Considera que la sensación de incertidumbre e inestabilidad es temporal. Pronto serás capaz de reordenarte y generar nuevos hábitos, por supuesto, puedes hacer una diferencia si te preparas, toma en tus manos este cambio para que te beneficie en lugar de hacerte daño o te haga sentir mal. No es posible saber lo que vas a encontrar, pero si te haces a la idea de que será algo nuevo, algo diferente y probablemente emocionante y satisfactorio, eso es todo. Ábrete al cambio, entrénate para él, prepara tu mente. Asume que nada es igual siempre y establece un plan de acción para adaptarte desde este momento –no importa cuántos años tengas hoy-, no es una cuestión de fortaleza, es un asunto de flexibilidad.



·          Pregúntate “¿Cómo me gustaría envejecer?”  Y define lo que tienes que hacer para lograrlo. Diseña un buen panorama de crecimiento: siempre puedes cambiar, puedes mejorar y preparar tu vejez para elevar tu calidad de vida. Si estás en tus 40s, puedes continuar trabajando, pedir un crédito, invertir en tu salud, planear viajes, estudios y capacitaciones, prever situaciones críticas y ahorrar. Tienes fuerza y energía y tu sexualidad puede manifestarse de forma grandiosa. Si estás en tus 50s, probablemente estés haciéndote consiente respecto a tu salud emocional y física, es un momento extraordinario para hacer ajustes en tu estilo de vida para extender lo más posible la paz emocional y la salud física. Si estás en tus 60s seguramente estás descubriendo que la vejez está empezando, ocúpate en  crear rutinas que te proporcionen una vida digna y disfrutable y continúalas con las adaptaciones pertinentes al momento de entrar a la vejez.
·          Rompe los estereotipos en pro de elevar tu calidad de vida. Solamente el 30% – 35% de tu salud tiene una influencia genética, el resto se define por tu estilo de vida y el medio ambiente en el que te desarrollas. La vejez es un proceso natural que no se puede retrasar o detener, considera lo siguiente:

  1. La alimentación es fundamental. Incluye frutas, verduras y proteína.
  2.  Haz ejercicio, la vida sedentaria mata. Mueve tu cuerpo para que las articulaciones y músculos no se atrofien. La actividad física, también ayuda a mejorar el estado de ánimo. 
  3. Duerme bien. Durante el sueño, las células se renuevan, la memoria y el sistema inmunológico mejoran, se regula el apetito, ayuda al manejo del estrés e incide positivamente en la vida sexual.


·          Refuerza tus fortalezas y practica las que así lo requieran. Ya hablamos sobre que algunas capacidades se pierden; hacer cosas que antes hacías sin problema, en la adultez mayor cuesta más trabajo. Pero honestamente, esas cosas empiezan a perderse mucho antes de la vejez, si toda tu atención está puesta en lo que eras antes y ahora ya no eres, vivirás un día a día muy estresante y difícil; es mejor poner la atención en las cosas que si puedes seguir haciendo y en cómo puedes perfeccionarlas.
·          Deja de enseñar que la vejez es algo horrible y despreciable. Para poder enseñar a los más jóvenes a ver la vejez con otros ojos tienes que empezar contigo. Si tú consigues pensar en la vejez como una etapa plena, así es como va a llegar para ti. El pensamiento y el diálogo interno nos predisponen y dirigen la forma en que operamos en la vida ¿Qué estás pensando sobre ti y sobre tu situación actual? ¿Cuál es tu enfoque? ¿Estás pendiente de lo que ya no puedes hacer o de lo que si estás haciendo y podrías hacer hoy?
·          Retrasa la dependencia lo más que puedas: Si mantienes (o empiezas hoy) tu actividad física y mental, no vas a depender tanto de otros como alguien que está sentado solo viendo pasar la vida. La actividad física e intelectual pospone la dependencia. Cuida tu alimentación, tu cuerpo, tu mente y tu espíritu ¡muévete, lee, aprende, trabaja para sentir felicidad!
·          Resuelve tus asuntos emocionales para poder llegar con buen ánimo a la vejez; deja de cargar basura emocional, deshazte de las emociones incómodas acumuladas, de los sentimientos que te lastiman, rencores, heridas y dolor no resuelto. Eso solamente destruye. Trabaja intensamente en resolver los pendientes que tengas en el pasado. Desecha todas esas ideas que te impiden estar bien contigo y sentir paz. Si sientes que no estás pudiendo, pide ayuda profesional, el trabajo en terapia es de gran utilidad. Recuerda que la vejez se construye y en tus manos está hacerlo de forma en que puedas disfrutar, sentir orgullo y felicidad.
·          Deja de pensar que ya es tarde para ti. Tomar conciencia sobre el envejecimiento evita que nos acomodemos en todas esas sentencias e ideas fijas sobre la vejez. Date la oportunidad de explorar nuevas actividades, nuevos conocimientos, nuevas fantasías y nuevos placeres. Aprende a mirarte con potencial, date permiso de sentir, de pensar y de aportar ¡siempre es un buen momento para vivir intensamente!
·          Trata bien a todos los que te rodean y construye una red de apoyo y cuidado digno, si te rodeas de personas preocupadas genuinamente por ti, no permitirán que nadie te maltrate o abuse de ti en una situación de dependencia. Genera vínculos recíprocos amistosos, sociales y familiares de afecto y preocupación sinceros.
·          Fortalécete con tu propia historia, trabaja para dejar de percibir lo que has vivido como una serie de tragedias y desgracias. La manera en que miramos nuestras experiencias puede debilitarnos o fortalecernos. Valora lo que has hecho a lo largo de tu vida para resolver y salir delante de las situaciones difíciles, así descubrirás y rescatarás cualidades y herramientas poderosas que son parte de ti y permanecen, al combinarlas con la conciencia que has adquirido al paso de los años, podrás  adaptarte de forma funcional y práctica a los cambios que estás viviendo o se acercan. Reflexiona: ¿Qué aprendiste de ti en esos momentos? ¿De qué forma te fortaleciste? ¿Has logrado identificar cuando y a quien pedir apoyo? ¿Tienes claro quiénes son las personas que te rodean y que son capaces de ver tu fortaleza, la reconocen y aprecian? ¿Qué estrategias utilizaste a lo largo de tu vida para salir adelante y cuáles de ellas pueden serte útiles ahora o pueden mejorarse para aplicarlas hoy?



·          ¿Cómo miras a tus propios padres y abuelos envejecer? Nosotros modelamos el trato a los adultos mayores de nuestros hijos con la forma en que nosotros tratamos o percibimos la vejez. Honremos a padres, madres, abuelas y abuelos para que las nuevas generaciones lo hagan con nosotros también.
·          Crea un proyecto de vida. Llegar a la vejez NO es cancelar tus sueños ni tus proyectos. Aprende que la vejez no es un proyecto de muerte. Si te jubilaste, los hijos se fueron, no tienes una actividad productiva, si eres mayor de 40 años: necesitas elaborar y materializar tu proyecto de vida. Andar sin rumbo quita validación, entristece, estresa. El proyecto de vida da sentido al quehacer diario. No hablo solo de cuidar a tus hijos o a tus nietos, la familia y el amor NO son el único proyecto de vida y no son la única forma de dar sentido a tus días… necesitas un proyecto personal. Tu proyecto de vida debe incluir algo que te guste y te apasione (pasión), algo que hagas o te salga muy bien (vocación), que te de dinero (profesión / seguridad) y que tenga trascendencia, es decir, que deje huella o haga una diferencia en la vida de las personas (misión). Tu proyecto de vida generará propósito en tu vida, aportará la sensación de valía personal y cultivará la capacidad de disfrutar quien eres.
·          En México existe un problema real: solamente 26% de la población tiene algún tipo de pensión o jubilación y muy pocas personas están haciendo algo para prepararse y contar con recursos en la vejez. En tu proyecto de vida, debes contemplar el ingreso económico, valora tu trabajo y ponle precio, no distorsiones tus aportaciones a la familia y/o a la sociedad como algo sin valor o una obligación incondicional.


·          Trabaja para conseguir autonomía de pensamiento, de movimiento, emocional y económica. Obviamente, se requieren recursos materiales para poder tomar ciertas decisiones y para materializar tu proyecto de vida. Encárgate de tener lo que necesitas para vivir como quieres durante tu vejez.
·          Trabaja en tu Autoestima y en la forma en que te sientes sobre ti mismo.
·          Actualízate constantemente, pregunta, investiga, rodéate de personas y de información seria y confiable sobre todos los temas que necesitas: sexualidad, divorcio, resolución de duelos, comunicación, artes, eventos, familia, procesos terapéuticos, resolución de conflictos en la infancia, etc. aprende continuamente sobre lo que te sucede y sientes.



Hay diferentes tipos de vejez, la que tu vivas depende directamente de la forma en que elijas construirla. Envejecer con mucha dignidad es tu responsabilidad y solo depende de ti.

¡Celebremos el paso de los años! Trabajemos juntos para incrementar la calidad de vida al paso del tiempo.

Para saber más y continuar trabajando en ti, visita Vejez Creativa con Patty Kelly.


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