En una relación tóxica hay disparidad emocional y no hay reciprocidad,
no puedes ser quien eres, pedir lo
que necesitas ni decir lo que piensas por miedo a lo que pueda pasar. Tienes
miedo a mostrar lo que te gusta por temor a que te critiquen o te desprecien.
Las relaciones tóxicas se pueden dar entre parejas, padres e hijos, amigos,
compañeros de trabajo o escuela… pero en esta ocasión, hablaremos específicamente
de las relaciones de pareja tóxicas.
En las relaciones destructivas y
codependientes de pareja, el otro te manipula, te trata de controlar o
aislarte (amigos, familia, redes
sociales, dinero, tu forma de ser, vestir, comer, pensar, hablar...), suele mostrar
celos exagerados (dramatiza e imagina cosas) y es capaz de cometer cualquier
tipo de abuso (te presiona para hacer cosas que no te hacen sentir bien
y que contradicen tus principios básicos, tus valores o tu dignidad).
Alimentas la relación con las promesas del
otro, dejas de ver los hechos, aunque nunca cumpla lo que promete, tu
sigues ahí. Te hace creer que nunca haces bien las cosas, que no sirves, que
no puedes o que nunca es suficiente lo que haces, además te hace sentir que
estás en deuda con él / ella por todo lo que ha hecho por ti, por lo que ha
dejado para estar contigo o por todo lo que te ha dado.
Te culpa de todos sus problemas y de los problemas que tienen en la
relación. Te dice cosas como: “Me haces enojar”, “Me
hiciste…”, “He renunciado a… por ti”, “Me has costado…”, “Me he sacrificado por ti y
por la relación”…
¿Por qué alguien entra en una relación así?
- Las
relaciones empiezan bien, si no, no le entraríamos. Rara vez los abusos
son tan evidentes al principio y si lo fueran, la etapa del enamoramiento
nos hace minimizarlos y disculparlos.
- Uno
o ambos participan en los abusos y en la destrucción de la pareja,
llevándola a la disfuncionalidad (consciente o inconscientemente)
- Inconscientemente
buscamos alguien que nos complemente: víctima - victimario / rescatador - perdido,
pecador o necesitado de salvación.
¿Por qué si estás en una relación tóxica no puedes terminarla fácil ni rápidamente?
- Sientes
adicción por la otra persona. Es tu fuente aparente de placer y seguridad y
permites que te robe la voluntad.
- Obtienes
algún beneficio al permanecer en la relación.
- Sientes
culpa y remordimiento solo de pensar que serías responsable de una tragedia,
una familia destruida o de causarle dolor a alguien a quien deberías amar
o cuidar.
- Por tus
hijos (recuerda: es mejor venir de una familia rota que vivir en una. El
ejemplo de pareja que les des, marcará la manera de elegir y establecer
sus relaciones afectivas como adultos).
- Alienación
(tu realidad está distorsionada y la has reemplazado por el discurso de tu
pareja, tu autoestima está dañada, crees que tu has provocado los
problemas en tu relación, crees que tu pareja sabe mejor lo que es bueno
para ti y crees que eso es normal en una relación).
- Porque
hay momentos buenos en tu relación, aunque sean más los malos.
- Siempre
has tenido grandes expectativas en cuanto a lo que debe ser una pareja,
una familia y en cuanto a lo que el amor por si solo puede lograr.
- Tienes
una gran necesidad de ser amado.
- Aprendiste
que el abuso y el sufrimiento son parte de una relación. Crees que se debe
amar hasta que duela.
- Confundes
lo que quieres y el amor, con lo que necesitas y con lo que te hace bien.
- Crees
que cualquier situación tiene esperanza, que la relación podría salvarse a
pesar de todo y funcionar.
- Aguantas
lo que sea con tal de que no te dejen porque tienes miedo a estar solo y tienes
un estilo de apego ansioso.
- Crees
que tienes la obligación de salvar a tu pareja, que necesita de ti y solo
tú puedes ayudarle.
- Sientes
que has invertido mucho tiempo y esfuerzo hasta el día de hoy y crees que
si te fueras, perderías algo mayor.
- Crees
que no podrás rehacer tu vida, que nadie te va a querer.
¿Cómo salir de una relación tóxica?
- Deja
de negar la realidad. Si las cosas no se sienten bien, no están bien. Deja
de justificar los abusos de tu pareja y deja de justificar tus intentos
por salvar la relación y permanecer ahí. El otro puede creer y querer lo
que quiera… pero ¿qué quieres tú? ¿qué es lo que tu necesitas?
- SEPARA
lo que sientes de lo que te conviene. El abuso NO es normal en una
relación. Puedes seguir amando, pero terminar la relación abusiva.
- Identifica
lo que estás ganando al seguir ahí: ¿compañía?, ¿atención?, ¿estatus?,
¿dinero?, ¿sentirte “amado” por alguien? Una vez que lo tengas claro, cura
tus heridas y carencias, hazte responsable de tu felicidad, haz cosas por ti
y para ti, deja de buscar que otro lo haga por ti.
- Rodéate
de personas no tóxicas. Aléjate de los quejumbrosos, de quienes se
victimizan, de los pesimistas y de los sufridos. Pide ayuda profesional.
- Trabaja
en tu autoestima, en tus culpas y remordimientos, en sentirte suficiente y
digno de ser amado. Aprende a sentirte cómodo con quien eres y aprende a
amarte.
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