La mayoría de las personas aceptan el drama como si viniera
incluido en el paquete de la vida y no pudiera hacerse nada al respecto… Vivimos
en una sociedad que valora las cosas "grandes", es decir, todo lo que
nos pasa ha de ser un acontecimiento y para que realmente algo sea
significativo en nuestra vida, tiene que ser un cambio o evento realmente notorio
y dramático… si no, como que no cuenta.
Inconscientemente anhelamos el drama en nuestras vidas, el
contexto cultural se encarga a través de los medios de comunicación social, las
noticias, las artes, etc. de hacernos creer que para vivir plenamente, las
experiencias del tipo dramático deben estar presentes todo el tiempo. Se
confunde el avanzar o vivir intensamente con el drama y déjame decirte que es
precisamente el drama lo que queremos evitar cuando se trata de cosas tan
básicas en la vida como un noviazgo, un matrimonio, un negocio, el trabajo, o
cualquier otra relación afectiva a largo plazo. El drama crea un ambiente de
inestabilidad tal, que impide construir algo funcional, así de simple. La buena noticia es que si realmente quieres
sacar el drama de tu vida –tanto en las relaciones de pareja como en el
trabajo, en las relaciones familiares y amistades – se puede eliminar para
siempre:
1.
El drama es una forma muy eficaz de evitar estar
en el momento presente. La mayoría de la gente pasa el día pensando en lo que
le hicieron, en lo que perdieron o sufrieron (pasado) o en lo que va a pasar,
les espera o podría llegar (futuro), y quejándose de todo... siente miedo y tiende a evitar la
incertidumbre del día a día. El drama es una droga altamente adictiva que nos
permite estar en una zona conocida y cómoda en la que no tenemos que asumir la
responsabilidad de nosotros mismos ni de nuestra vida. Hoy tienes la
oportunidad de elegir lo que quieres para ti: reacción o acción.
2.
Eliminar el drama de tu vida es simple, pero no
necesariamente fácil. El fundamento para conseguirlo es aprender a vivir en el
momento. Esto significa que vas a enfocarte en lo que está pasando en este
momento en tu vida, tu atención tiene que estar en lo que va sucediendo durante
tu día: tus actividades personales, las personas que van interactuando contigo
en tu trabajo y en casa, lo que tu pareja se acerca a platicar contigo, tus
actividades laborales, tus rutinas de limpieza, tus compromisos, etc. Tienes que saber que estás consciente de cada
una de esas cosas.
3.
También es muy útil ser una especie de
espectador de la “película de tu día a día”, ser un observador y no dejarse
absorber por tus reacciones (frustración, coraje, decepción...) ante todo lo que te va pasando. Un espectador no
juzga si las cosas están bien o mal, simplemente observa, deja de ser un títere
de las circunstancias. Esto requiere relajar tu mente y estar presente para ver
lo que pasa y estar para las personas que están contigo, es dejar de tomarte todo de manera personal, es sentir calma y
serenidad para poder asimilar cada cosa, en lugar de obsesionarse por tener la
razón, querer controlar todo y sentir la necesidad de ir haciendo justicia por
la vida.
4.
Los pequeños actos de generosidad desinteresada,
especialmente con tu pareja (ya que el drama está muy presente en los noviazgos
y matrimonios) también son de gran ayuda si quieres dejar el drama para siempre.
Hablamos de acciones y palabras cuyo único objetivo es proteger o ayudar a
otros sin tener ninguna expectativa sobre lo que se puede obtener a cambio, sin
motivos egoístas, solo por el hecho de ser generosos. Algunos ejemplos: abrir
la puerta a alguien que tiene las manos ocupadas, decir a tu pareja que
aprecias lo mucho que hace por ti, sorprender a algún amigo con un pequeño
regalo (el costo no importa, lo que hace la diferencia es el pensamiento que
hay detrás), dar un masaje en la espalda a tu hijo después de la semana de
exámenes, recoger la basura que encuentres en el parque público mientras das un
paseo, abrazar sinceramente a alguien a quien quieres, etc.
La práctica es lo que hace al maestro: Experimentar el drama
en la vida es fácil y a veces es hasta divertido, no implica ningún tipo de
esfuerzo (por eso es tan común). Sacar el drama de tu vida para siempre requiere
disciplina y mucha consciencia para estar en el momento presente, ser siempre
observador de tu vida y hacer las cosas desinteresadamente, así que ¡a
practicar!
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